Qué curiosa lluvia. Justo cuando queríamos abandonar el café, se dejó caer sobre la ciudad como un desmayo de señorita del diecinueve. Apenas si mojaba, apenas si era molesta. Sin embargo, no se me malentienda: no me atrevería a decir que sufrirla fue agradable, pero lo cierto es que tampoco fue una tortura. Fue sólo eso, lluvia; y a veces es agradable que en la vida las cosas sólo sean lo que se suponen son y no otras. Pues bien, bajo la lluvia, camino a ninguna parte, recordé al “Resiliente Kong“; un proyecto fotográfico de Roberto Molina Tondopó (uno de esos héroes que se topa uno de repente) y que anda colgado en su Flickr. Y, como suele pasar, uno le haya el sentido a los recuerdos espontáneos: la vida es un asunto de resiliencia; y yo soy soy un sujeto resiliente. Si no me cree, lea la introducción a estas piezas.
Resiliente Cobayo
Estándar
Anuncios