«Entre el vapor te voy buscando, y hay una luz que va brillando, entre el cielo y el hielo; ahà estás, flotando. Inmenso, voy de entre las mentes que van a estar deseando verte; y asà eres tú. Tus ojos son la puerta, que bien deseé abrir; no se ve la luz, si bien, si mal. Hay ruido bajo la cama otra vez. ¡Ay, no los llames por favor! No te puedo decir quién soy, ¡Ay, no los llames por favor! No te puedo decir quién soy. Saliste de la costra y ni siquiera sientes soledad. La sal se está incrustando entre más sé lo que ya no hay. Y a veces vale la pena voltear; sólo dime que la brisa ya no llegarÃa. Después de turquesa no está. ¡Ay, no los llames por favor! No te puedo decir quién soy, no, no, no los llames por favor ¡Y estoy que me carga el sueño!»
Bipolar // Porter
Treinta y uno de diciembre; hoy se termina el año, y no sé si aferrarme desesperado a los últimos minutos o esperar con ansia a que el reloj digital marque las doce en punto. Mis amigues* están lejos; repartides en múltiples estados del paÃs, con sus respectivas familias, o lo que queda de ellas. Mi familia está demasiado concentrada en un sólo lugar; quisiera echarles agua para diluirlos un poco. Ya el reloj ha rebasado la marca de las cinco pe-eme y un súbito ataque de nostalgia me ha tomado desprevenido. Tengo ganas de llorar porque sé que agosto y septiembre nunca más regresarán; que sólo estarán aquÃ, en la cabeza, como una pelÃcula tortuosa que se repite una y otra vez. El próximo año ya no habrá tesis que hacer con Begoña, ni clases de licenciatura que tomar, ni esperas a media noche frente al Oxxo de Zavaleta. En su lugar habrá proyectos, clases de maestrÃa, trabajo, un tanto de soledad, más «jueves del Motor» y más «noches de los viernes». También habrá que seguir con el tratamiento (al menos por otros dos años más), continuar con la psicoterapia y la búsqueda por un empleo que me deje plata y no me sofoque demasiado. Y habrá mucho blog, de eso estoy seguro.
Adiós año bipolar…
*El uso de la «e» en vez de «a» u «o» es un banal intento por conseguir la equidad de género en la palabra escrita. Es una mamada, lo sé, pero yo soy fan del oral.